La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ironizó sobre el respaldo del expresidente Vicente Fox y de militantes del PRI a la llamada Marcha de la Generación Z, programada para el sábado 15 de noviembre, luego de que ambos expresaran su apoyo público al movimiento.

“Fox no es muy de la Generación Z. Ni a chavorrucos llegan”, dijo entre risas durante su conferencia matutina, en alusión a la apropiación del discurso juvenil por figuras de la vieja guardia política.

Marcha bajo la lupa: vínculos políticos y operaciones digitales

De acuerdo con información pública, el documento “Manifesto Generación Z México” fue elaborado por Monetiq Agencia, empresa ligada a un exdiputado priista, y el dominio del movimiento fue registrado en Jalisco, en la misma dirección vinculada a ese exlegislador.

En redes sociales, cuentas afines al PRI han replicado la bandera de One Piece, símbolo adoptado por la marcha, mientras que figuras de la derecha latinoamericana como Agustín Antonetti y medios como La Derecha Diario también están promoviendo la convocatoria.

Incluso Arturo Herrera, conocido por su activismo digital opositor, se ha sumado a la difusión de la movilización.

El colectivo original “Gen Z México” se deslindó públicamente de esta versión de la marcha, al señalar que fue cooptada por intereses políticos, y organizaciones estudiantiles, como los normalistas rurales, anunciaron que no participarán por el mismo motivo.

Investigaciones en línea muestran que las cuentas que hoy promueven la Marcha Generación Z antes formaban parte de la campaña “El INE no se toca”, lo que evidencia una operación de rebranding digital para presentar una narrativa ciudadana.

El contraste es evidente: mientras sectores juveniles impulsaron una movilización independiente el 8 de noviembre, el bloque opositor busca legitimar su versión del 15 de noviembre, resignificando el discurso juvenil en clave electoral.