Decenas de funcionarios de diferentes países abuchearon y se retiraron de la 80ª Asamblea General de la ONU mientras el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, subía al estrado y se preparaba para dar su discurso.

Mientras parte de las delegaciones se levantaron y se retiraron en señal de protesta, se escuchó la frase “Por favor, orden en la sala” y, al mismo tiempo, hubo aplausos y vítores dirigidos a Netanyahu. 

Durante su intervención en la Asamblea General de la ONU, el primer ministro israelí volvió a rechazar la decisión de varios países —entre ellos Reino Unido, Francia y Canadá— de reconocer al Estado palestino y calificó esa postura como un “suicidio nacional” para Israel.

Benjamín Netanyahu niega hambruna en Gaza

En su discurso también negó que Israel mate de hambre a la población de Gaza de forma deliberada y atribuyó la falta de alimentos a que, según él, Hamás “la roba, la acapara y la vende”. 

El primer ministro israelí presentó además un mapa —al que hizo referencia como “La maldición”— y enumeró lo que describió como golpes a la infraestructura y liderazgo de grupos como Hamás y Hezbolá, así como operaciones contra científicos y programas de armamento iraníes, afirmando que muchos de los presuntos responsables “se han ido”.

En la parte final de su intervención pidió a los dirigentes “restantes” de Hamás que depusieran las armas y liberaran a los rehenes, advirtiendo que “si no, Israel los perseguirá”.

La escena en la Asamblea la ONU se realiza con tensión diplomática

Mientras múltiples delegaciones optaron por marcharse en protesta por la ofensiva en Gaza y por las afirmaciones de Netanyahu, otras mostraron muestras de apoyo al mandatario.

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