Familiares del policía asesinado en Pachuca exigen justicia y denuncian irregularidades

El 7 de agosto, el policía estatal Bernardino N. fue asesinado por un disparo en la colonia San Cayetano, en Pachuca. Este jueves, sus familiares se manifestaron frente a los juzgados de la ciudad para exigir justicia.

Rechazaron que su muerte sea presentada como homicidio culposo y demandaron que el caso sea tratado como homicidio doloso.

Durante la última audiencia, Irving N., también agente de la Policía Estatal, fue imputado por homicidio culposo, según determinó el Ministerio Público de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Hidalgo (PGJEH).

Ivone Arellano Barrón, esposa de la víctima, declaró ante medios de comunicación:

“Lo único que pido es que se haga justicia. Que pague por lo que hizo, por haberle quitado la oportunidad de estar con sus hijos. Dejó una niña pequeñita y un niño de nueve años. Solo quiero justicia, nada más.”

La familia denunció posibles fallos en la investigación. Aseguran que el presunto responsable tardó en entregarse y que el peritaje fue deficiente, lo que consideran podría indicar un intento de encubrimiento. También rechazaron versiones que responsabilizan a la víctima:

“Dicen que fue él quien se disparó, cuando no fue así. Además, se hizo un mal peritaje y creemos que están encubriendo al policía, porque tardaron mucho tiempo en que se entregara. Él sabe los protocolos que se deben seguir, y no lo hizo.”

Los familiares insistieron en que la muerte sea reconocida como homicidio doloso, argumentando que el imputado, en calidad de servidor público, conocía los protocolos que debían seguirse ante un incidente.

Mientras tanto, el proceso legal avanza. Una jueza de control dictó prisión preventiva oficiosa contra Irving N., por su presunta responsabilidad en la muerte de su compañero. Permanecerá detenido en lo que se determina si será vinculado a proceso.