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Migrantes evitan salir de sus hogares en Texas ante aumento de redadas

Migrantes en Texas evitan salir de casa ante redadas. Algunos ni acuden a hospitales por miedo a ser detenidos y deportados.

Staff Reporte Agora

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Mujer migrante en Texas teme salir por redadas mientras cuida a hija con síndrome de Down

Weslaco, Texas.— El endurecimiento de las políticas migratorias en Estados Unidos ha generado una nueva ola de temor entre las comunidades migrantes, especialmente en el sur de Texas, donde muchos residentes evitan salir de casa incluso para recibir atención médica.

En localidades como Weslaco, donde viven miles de personas migrantes —algunas con décadas de residencia en el país—, se reporta un incremento en el confinamiento voluntario ante las redadas de agentes federales.

Uno de estos casos es el de Juanita, una mujer de 41 años que vive en una zona rural del Valle del Río Grande. Es madre de una adolescente con síndrome de Down y fue advertida por su esposo de no acudir a la farmacia cuando agentes de inmigración fueron vistos en el estacionamiento.

Juanita, quien es prediabética, decidió no salir por miedo a ser detenida. “Si me atrapan, ¿quién va a ayudar a mi hija?”, comentó en español a través de un intérprete.

La situación se replica en decenas de comunidades a lo largo de esta región fronteriza, una de las más pobres y con mayores necesidades sanitarias del país.

Las personas con padecimientos crónicos están postergando consultas, recetas y tratamientos por temor a ser deportadas.

De acuerdo con la agencia Associated Press, agentes migratorios han recibido instrucciones de no dejar sin revisar ningún espacio, incluidos hospitales, iglesias y centros de salud.

Asimismo, acceden a bases de datos federales para identificar a personas que puedan estar en el país sin autorización legal.

Esta política tiene como meta la deportación de hasta un millón de migrantes para finales de año, según informes provenientes de la Casa Blanca.

Organizaciones civiles han advertido que estas medidas podrían tener consecuencias graves para la salud pública y para el tejido social en comunidades enteras.