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Jitomatazo al comercio: EU castiga al tomate mexicano y México ni los manchó

EU impone arancel al jitomate mexicano del 17.09% y México responde con diplomacia tibia. Productores, los más afectados.

Staff Reporte Agora

Staff Reporte Agora

Estados Unidos impone arancel al jitomate mexicano tras romper acuerdo comercial; México no logra frenar el golpe.

Estados Unidos volvió a aplicar la ley del más fuerte y clavó un arancel de 17.09% a las importaciones de jitomate mexicano, al salirse del Acuerdo de Suspensión que venía arrastrándose desde 2019.

Según su Secretario de Comercio, Howard Lutnick, la medida es para “proteger a sus agricultores” de prácticas desleales. Traducción: el jitomate mexicano es más rico, más barato y les gana en su propia cancha.

“México sigue siendo uno de nuestros mayores aliados”, dijo Lutnick mientras le ponía precio extra al jitomate con una sonrisa diplomática digna de villano de película. Eso sí, dejó claro que todo es parte de la estrategia de Trump (sí, Trump, el mismo que quiere volver a la Casa Blanca con la frente en alto y el muro en pie).

¿Y México? Bien, gracias…

Mientras el jitomate se encarece y miles de productores ven temblar sus ingresos, la respuesta del gobierno mexicano fue más tibia que salsa de restaurante gringo. Ni hubo contraataque, ni presión internacional, ni un “ya basta” que se oyera al otro lado del Río Bravo. Solo una confirmación de que el aviso llegó tarde… y un tono de resignación que ya parece parte del protocolo.

Desde 1996 se han firmado cinco acuerdos para evitar estas medidas (sí, cinco), y cada vez que el gobierno gringo se aburre o se siente en desventaja, rompe el trato como si fuera hoja de lechuga. Pero México sigue creyendo que la buena voluntad comercial basta para que el Tío Sam se porte bien.

La historia se repite… y nos vuelve a agarrar sin casco

El pretexto es el de siempre: dumping. Según ellos, México vende jitomates tan baratos que sus agricultores no pueden competir. Pero no mencionan que los costos de producción en EU son mucho más altos, y que el consumidor estadounidense prefiere el jitomate mexicano porque tiene sabor… y sentido común.

Ahora, con el nuevo arancel, no solo se encarece el jitomate en los supermercados gringos. También se ahorca a los productores mexicanos, sobre todo en estados como Sinaloa, Baja California y Sonora, que dependen de esta exportación como si fuera oxígeno.

Una lección que México sigue sin aprender

¿De qué sirve firmar tratados, acuerdos, memorándums y buenos deseos si cada sexenio nos agarran de piñata con una medida comercial “estratégica”? ¿Dónde están los negociadores duros? ¿Dónde está la defensa del campo mexicano más allá del discurso bonito?

Mientras Estados Unidos protege a su industria con medidas duras y calculadas, México sigue actuando como si estuviéramos en una charla de café internacional, esperando que la cordialidad sea suficiente.