La tensión en California sigue en aumento. Por tercer día consecutivo, migrantes, activistas y residentes de Los Ángeles salieron a las calles para protestar contra las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que han dejado decenas de detenciones en las últimas 72 horas.

Frente al Centro de Detención Metropolitano, cientos de personas marcharon exigiendo un alto a las redadas migratorias y a lo que denominan una “militarización del control migratorio”.

Las protestas se intensificaron cuando los manifestantes rodearon a elementos de la Guardia Nacional, desplegados por orden directa del presidente Donald Trump, quien calificó las movilizaciones como “motines” y acusó a los inmigrantes de “ocupar ilegalmente” la ciudad.

El operativo ocurre en el contexto del plan “Safeguard”, una estrategia federal que busca capturar y deportar rápidamente a personas indocumentadas.

Desde su lanzamiento, organizaciones como la ACLU y Human Rights Watch han denunciado abusos y detenciones arbitrarias, afectando incluso a migrantes con solicitudes de asilo en trámite.

El gobernador de California, Gavin Newsom, y la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, han rechazado públicamente el envío de tropas federales a la ciudad, calificándolo como una violación a la autonomía estatal.

Ambos han solicitado al Departamento de Justicia que investigue el uso de gas lacrimógeno y tácticas de intimidación por parte de los agentes en las protestas.

“Estamos viendo cómo las comunidades inmigrantes están siendo tratadas como enemigos internos”, dijo un vocero de la organización CHIRLA. “Estas redadas no sólo separan familias, también siembran miedo entre miles de trabajadores esenciales y estudiantes”.

La confrontación también ha llegado a redes sociales. Trump publicó en Truth Social que “Los Ángeles será liberada de la invasión migratoria”, mensaje que encendió aún más los ánimos entre los manifestantes y generó reacciones en cadena en todo el estado.

Mientras tanto, las protestas continúan y se prevé que otras ciudades de California, como San Diego y San José, también se movilicen en solidaridad con los afectados en Los Ángeles.