Ciudad de México, 31 de mayo de 2025.— Incrementar los impuestos al tabaco es la medida más costo-efectiva para reducir su consumo, afirmaron especialistas y organizaciones juveniles durante la presentación de la campaña Pulmones bajo presión, impuestos con intención, en el marco del Día Mundial sin Tabaco.

Jonathan Hernández, investigador del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), explicó que “si el precio del tabaco sube un 10 por ciento, el consumo baja aproximadamente en 4.24 por ciento”, por lo que insistió en que el aumento de impuestos es una herramienta clave en el control del tabaquismo.

Integrantes de las organizaciones Voces Jóvenes por el Derecho a la Salud y Servicios a la Juventud (Seraj) señalaron la necesidad de incorporar activamente a las juventudes en la elaboración de políticas públicas orientadas a combatir el tabaquismo.

“Las juventudes no solo somos un grupo afectado por la industria tabacalera, también enfrentamos entornos que normalizan su consumo y facilitan su acceso desde edades tempranas”, expresó América Villanueva. “Es crucial que se nos incluya en la toma de decisiones si se quieren lograr cambios sostenibles en la salud pública”.

Villanueva también advirtió que “las políticas que no consideran a las juventudes suelen fracasar, porque no responden a nuestras necesidades, experiencias y formas de ver la vida”.

Por su parte, Hugo Cruz resaltó que, de acuerdo con la Encuesta Mundial de Tabaquismo en Adultos, en México se comienza a fumar entre los 17 y los 20 años, y en el caso de los hombres incluso antes. A esto se suman datos de la Universidad Autónoma de Nuevo León, que indican que 684 mil adolescentes de entre 12 y 17 años son fumadores, y que en el grupo de 19 a 24 años la cifra se multiplica por seis.

Las organizaciones denunciaron la normalización del consumo de tabaco y nicotina en niñas, niños, adolescentes y jóvenes, impulsada por estrategias de la industria, y exigieron a las autoridades aplicar de forma estricta la normativa que impide conflictos de interés en las políticas de salud.

“Queremos proteger nuestros derechos y los de las futuras generaciones”, concluyeron.